El Solar de Matilde

 El Solar de Matilde es la experiencia de la ocupación y autogestión, de un solar municipal, baldío y abandonado, durante 36 años, desde 1977 y, que en 2013 colectivos sociales del barrio asumen trabajarlo y revitalizarlo de forma espontánea, natural, simplemente como respuesta a la necesidad de espacios de relación. 

Durante estos 7 años se han hecho multitud de cosas en el espacio, relacionadas con la ecología y con las redes sociales, dos áreas, expresión de la salud de una sociedad y que de forma tan escasa aparecen actualmente en nuestras vidas de urbanitas, en esta ciudad, inhóspita y poco cuidadora con sus habitantes, que es nuestra querida MADRID. 

En este espacio se ha construido un huerto urbano, El solar de Matilde. No ha sido fácil, ya que el terreno después de tantos años dedicado a tareas distintas a la agricultura, ha tenido que ser tratado para devolverle su capacidad de producir vida. 

Desde planteamientos de sostenibilidad y ecológicos, devolver la vida a esta tierra no podía pasar por la incorporación de sustancias químicas que contaminarán aun más nuestra ciudad, hemos utilizamos abonos naturales y sobre todo el compostaje, aprovechando y reutilizando los residuos que generaba el propio huerto y los residuos vegetales que producíamos en nuestras casas y que aportábamos a la zona de compostaje. 

La tierra con el esfuerzo de todos, se ha convertido en un terreno productivo que nos permite experimentar con diferentes cultivos, seguir aprendiendo y que se vayan incorporando nuevos ciudadanos, grandes y pequeños, para tener la experiencia vivida de la agricultura, el empoderamiento de ser capaz de producir tus propios alimentos y saborearlos cuando llega el momento de la recolección, aunque no sea más que una ensalada recién cogida, aliñada y compartida en el huerto, con las compañeras. 

 Hemos ido creando con el tiempo un pequeño ecosistema, en medio de este cemento, que permita la vida de pájaros que nos visitan o, anidan y crían ( como una familia de mirlos), salamanquesas que campan a sus anchas por las paredes del huerto o multitud de insectos que nos ayudan en el cuidado de las plantas. 

Todas estas actividades agrícolas van acompañadas de un proceso de aprendizaje colectivo y cooperativo, aprendemos las unas de las otras, incorporamos nuevos conocimientos que cada una adquiere de cursos, libros, talleres, que luego ponemos en practica en el Solar y lo compartimos con las compañeras. 

Nuestro espacio siempre ha estado abierto a los niños y niñas, ellos siempre han estado presentes y el huerto ha ido adaptando actuaciones a sus necesidades, hay espacio para un arenero, para los más pequeños, donde sentarse a jugar en una mañana soleada, otros peques, ya más mayorcitos, colaboran en las pequeñas tareas del huerto o cuidan de su “Pequehuerto”, donde ellos plantas y cuidan un pequeño espacio, con el apoyo de los mayores. También participan en talleres infantiles desde artesanales a medioambientales, donde de manera informal se trabaja la necesidad de cuidar el medio en el que vivimos y de la importancia de consumir productos saludables, alimentos sin componentes químicos que dañen nuestra salud o dañen al planeta. 

Todo esto, que se ha mantenido durante 7 años, ha sido posible gracias a la participación en el proyecto de muchas personas, peques, jóvenes, no tan jóvenes y mayores pero, siempre con ganas de luchar para conseguir cosas buenas para la colectividad, sin pedir nada a cambio, solo buscando el bien común y disfrutando en la tarea realizada junto al otro. Este bienestar que proporciona el participar en un proyecto colectivo como este, es una experiencia poco común en una sociedad como la nuestra y más aun en una ciudad como Madrid, en la que cada vez somos más individualistas, más egoístas e insolidarios, lo cual nos lleva a sentirnos cada vez más solos y sufir esta soledad, con consecuencia graves en nuestra salud, tanto física como mental. 

Además el Solar ha servido como plataforma para lanzar proyectos de otros colectivos, darse a conocer, como diferentes Grupos de Consumo del barrio, o colectivos sociales como el Nodo de Producción de Carabanchel o la realización de acciones de apoyo a otras iniciativas o causas: apoyo al Solar de Antonio Grilo, a movimientos antirracistas, antidesahucios o participando en jornadas de construcción de redes del barrio, como Carabancheleando, que tenía como objetivo que los diferentes colectivos que trabajaban en el barrio nos conociéramos y buscáramos sinergias. 

Estos eventos nos han permitido también financiar los gastos que suponen mantener un proyecto como este durante tanto tiempo, gastos de materiales, herramientas, el riego automático por goteo, los depósitos para almacenar el agua, ya que el huerto no tiene suministro de agua y teníamos que almacenarla en depósitos, gracias a la colaboración de algunos vecinos que a través de una manguera nos la suministraban, esta ha sido la mayor dificultad del huerto, lo que realmente nos ha condicionado la producción, pero no la experimentación, el aprendizaje y la práctica de la labor agrícola. 

Todo esto que hemos contado y mucho más que queda en el tintero para no cansar demasiado, lo podemos entender en términos de rentabilidad, pero no económica, monetaria, capitalista, sino como una RENTABILIDAD SOCIAL, que las personas y colectivos que han participado en este proyecto han tenido y siguen teniendo. 

Esta es la experiencia de cómo un espacio inerme, abandonado ha sido rentabilizado por el barrio, para el barrio, durante siete años, sin coste alguno para el Ayuntamiento, frente a la rentabilidad CERO que consiguieron los gestores de nuestros recursos, durante los 36 años anteriores que estuvo en sus manos. 

Haber participado en este proyecto nos ha permitido sentirnos parte de una gran red social, te sientes apoyado y protegido, cuidado a la vez que cuidador de la otras personas con las que compartes, te resulta más fácil relativizar los problemas de la vida diaria. Olvidamos con demasiada frecuencia que somos animales sociales y que las personas aisladas son más vulnerables ante la enfermedad física y mental pero también ante la manipulación. 

Tendría que haber muchos “Solares de Matilde” distribuidos por los barrios, espacios libres de relación y esparcimiento y, ¡¡ sería tan fácil !!. Sobre todo en los distritos periféricos de la ciudad, que además siempre son los más necesitados de dotaciones, en estas zonas tenemos muchos solares públicos y privados a los que no se les está dando ningún uso, ¿no podrían cederse a los colectivos para que se ocuparan de ellos y los rentabilizaran hasta que los necesitaran para construir viviendas, centros culturales, polideportivos, etc. 

En abril de este año sale a subasta la parcela para que sea adquirida por el mejor postor y ponga fin a este proyecto social. 

“ELSOLARDEMATILDESEQUEDA” 

Madrid a 19 de Febrero de 2021 

EL SOLAR SE QUEDA

🌱🍆🤝🏽El Solar de Matilde es uno de los proyectos que ha florecido 🌻 en una parcela municipal después de años de abandono por parte del Ayuntamiento. Un lugar maravilloso en el que las vecinas se encuentran a charlar, cultivar y aprender colectivamente.

🏗️🧱 🤑 Ahora el Ayuntamiento quiere vender esta parcela junto con otras 16, situadas en Carabanchel y otros distritos. Queremos defender nuestro proyecto y que el Ayuntamiento destine el patrimonio municipal a proyectos sociales y comunitarios y no a fomentar el ladrillo y la especulación en nuestros barrios

💚💜❤️ Si quieres plantar cara a las intenciones municipales, ven al Solar de Matilde (C/Matilde Hernández 42, metro Oporto), el sábado 6 de febrero a las 12h. Tendremos una asamblea en la que organizarnos y preparar acciones para defender nuestros espacios y proyectos. Nos encantaría que vinierais de otros barrios para hacer algo entre todxs. 🙌🙌🙌

😷 🌧️ En caso de lluvia, la asamblea se traslada al ESLA Eko, C/Ánade 10, muy cerca del Solar de Matilde. En cualquier caso, es imprescindible el uso de mascarilla y el mantenimiento de la distancia entre las personas.

#LasParcelasNoSeVenden

#ElSolarSeQueda

El Ayuntamiento quiere malvender nuestro barrio

El Ayuntamiento acaba de poner a la venta 17 parcelas de nuestro distrito Carabanchel y también de Tetuán, Arganzuela, Puente de Vallecas y Ciudad Lineal. Aquí la noticia: https://www.eldiario.es/madrid/somos/tetuan/noticias/ayuntamiento-madrid-vende-parcelas-tetuan-construir-vivienda-libre_1_6980317.html

Esta venta supondría una pérdida muy importante para nuestros barrios:

🏫 🏩 Una pérdida más de patrimonio público.

🧱🏗️ Una apuesta más por el ladrillo como modelo de desarrollo de nuestra ciudad.

🌱🌻🤝🏽 El fin de proyectos maravillosos que durante estos años han florecido por la iniciativa popular en esos solares abandonados, como jardines, huertos urbanos y lugares de encuentro.

¡No lo permitamos, vecinas!
¡El patrimonio municipal para usos sociales y comunitarios!

#LasParcelasNoSeVenden